Los materiales porcelánicos han irrumpido desde hace tiempo con fuerza en el sector de la construcción, utilizado para pavimentos en pequeño formato de baldosas. Pero la utilización de este material ha evolucionado y en los últimos años han aparecido fabricantes que ofrecen el porcelánico en gran formato para poder realizar encimeras porcelánicas de cocina.
El porcelánico está compuesto de materiales naturales transformados mediante un proceso de sintetización (más de 1.200 grados centígrados), obteniendo un material duro y rígido. Esta rigidez se traduce en una menor absorción a los golpes en comparación con otros materiales. Su alta tensión conlleva que hacer juntas en forma de L suponga riesgo de rotura, con lo que se acontumbra a hacer juntas de 60 en el ángulo para evitar tensiones.
Los materiales porcelánicos son los materiales que ofrecen la mayor resistencia al rayado y a la abrasión.
No se quema en contacto al fuego ni emite gases tóxicos.
No es poroso y no absorbe ningún microorganismo. Es un material fácil de limpiar y resistentes a los productos químicos.
A diferencia de otros, los porcelánicos pueden tener acabados que imitan a diferentes tipos de material, obteniendo encimeras únicas que aportan un toque de diseño:
Con una gran variedad de fabricantes, los materiales porcelánicos ofrecen una gran variedad de colores, siendo el color blanco y los colores que imitan la piedra natural los más demandados.
Los formatos de los principales fabricantes son de 350×140 cm aproximadamente, aunque pueden variar. Los grosores habituales son de 1,2 cm aunque algunos fabricantes ofrecen espesores superiores de 2 cm o inferiores de 8 mm o 6 mm. Sin embargo, estas combinaciones de espesores puede generar mucha merma para el manipulador.
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